Conocer la Costa Dálmata en 7 días es mucho mejor si lo hacemos en un velero privado. Imagínate toda la belleza del Adriático y sus innumerables islas ante tus ojos.
Lugares como la isla de Kórcula, donde nació Marco Polo, o ciudades monumentales en tierra firme como Dubrovnik o Split.
En la Costa Dálmata encontramos grandes monumentos y ciudades medievales de la época en la que esta zona pertenecía a la República de Venecia. También Parques Nacionales muy verdes, playas e islas paradisíacas.
Tener un velero privado para hacer el recorrido es la mejor manera de disfrutar de lo que nos apetezca. Una manera de ir parando en sus puertos más notables e ir conociendo una de las costas más sorprendentes de Europa.
Además, debido a su situación en el Mediterráneo oriental, se trata de una costa con temperaturas suaves, a la que se puede viajar durante todo el año. Evidentemente, el verano es la mejor época para aprovechar el viaje, pero en primavera y otoño habrá menos turistas y la experiencia podrá ser aún más auténtica.
¿Qué ver en la Costa Dálmata en 7 días?
Entre los lugares que ver en la Costa Dálmata en 7 días hay que mencionar las islas. En la Costa Dálmata hay varias islas y archipiélagos y la mejor manera de recorrerlas es tener un velero privado. Así se podrá ir de una isla a otra sin problemas.
Las islas más imprescindibles de la Costa Dálmata son Kórcula, Hvar, Paklenic y Mljet, donde se halla uno de los parques nacionales más bellos de Croacia.
Por otra parte, también hay que mencionar ciudades como Split, la maravillosa Dubrovnik o la bella Trogir, en una isla unida a la costa mediante un puente, así como la Península de Peljesac y sus viñedos centenarios, donde se hace algunos de los mejores vinos del este de Europa.
Pero vamos a hablar de las paradas más interesantes una a una.
Descubrir Split, la Croacia romana
Split suele ser el puerto de salida de estos veleros privados. Su propio puerto es bastante bonito, con terrazas donde tomar algo y un ambiente muy animado. Desde allí se embarca y, generalmente, también se regresa.
Aun así, antes de embarcar recomendamos pasear y descubrir los rincones más interesantes de la ciudad. Split está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su gran historia y patrimonio.
Ciudad de nacimiento del emperador romano Diocleciano, el mismo construyó su gran palacio, que sigue en pie hoy en día tras 1.700 años. Junto a él, el Templo de Júpiter y el Peristilo nos hablan de este gran momento de esplendor.
La Catedral de Split, por cierto, fue construida como mausoleo para Diocleciano. Sin embargo, se convirtió en iglesia tras la conversión al cristianismo del imperio romano. Construida en el año 350 d.C. se trata de la catedral en activo más antigua del mundo.
La Plaza de la República o, simplemente, pasear por la ciudad y ver monumentos como su ayuntamiento, de estilo gótico civil, también merece la pena. Si eres fan de Juego de Tronos, también tienes que recorrer algunos de sus escenarios ya que Split fue la ciudad de Mereen en la serie.
Dubrovnik, paseo en Desembarco del Rey
Dubrovnik es otra gran parada del viaje en la parte continental. También muy conocida por ser un escenario de Juego de Tronos, concretamente la ciudad de Desembarco del Rey.
Estamos ante una ciudad medieval completamente amurallada. También declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con casi 2.000 metros de murallas perfectamente conservadas.
El mirador de la montaña Srd, a 412 metros de altura y al que se puede llegar desde un teleférico permite disfrutar de la mejor estampa de la ciudad, pudiendo ver también las cercanas islas Elaphites junto a las que pasaremos con el velero.
Recorrer sus calles es igualmente un inevitable. Iglesias, palacios, fortalezas, torres, etc… se dan la mano trasladándote al pasado, cuando era una de las ciudades más importantes de la Dalmacia veneciana.
Aunque todo es bonito, no te puedes ir de Dubrovnik sin visitar la Catedral, el Palacio del Rector y los monasterios de Dominicos y Franciscanos, así como el atrio de la Casa del Príncipe donde en verano se dan unos conciertos magníficos.
Los vinos de Pljesac
Antes de pasar a las islas, no podemos olvidarnos de la bella península de Pelješac. Se trata de una parada muy interesante si nos gustan los vinos. Aquí se fabrican dos variedades famosas en todo el mundo: Dingač y Postup, y podemos ver un precioso paisaje lleno de viñedos.
Frente a la Croacia más monumental de Split o Dubrovnik, la península de Pelješac ofrece preciosas calas y playas y un vistazo a la parte más rural de la Costa Dálmata, con granjas y pequeños pueblos de pescadores en los que el vino tiene un papel predominante.
Esta zona ofrece una de las mejores experiencias gastronómicas de un viaje a la Costa Dálmata en 7 días.
Hvar, la Saint-Tropez de Croacia
Hvar es la isla más popular de Croacia. También conocida como la Saint-Tropez de Croacia, es el destino predilecto de la alta sociedad en el país. Alrededor de la isla, además, hay otras islas espectaculares de menor tamaño perfectas para ir con el velero a conocerlas o bañarse en sus playas.
Desde las islas de Pakleni y Paklinski a Šćedro, verdaderas maravillas naturales en los que fundirse con la playa y la naturaleza.
La isla de Hvar es famosa por sus campos de lavandas. Ir en la época en la que está florida es un espectáculo único en el mundo. También es un lugar con importantes viñedos y olivares, por lo que cuenta con excelentes vinos y aceite de oliva.
En la ciudad de Hvar, la capital de la isla, hay mucho ambiente en sus terrazas y restaurantes, así como edificios históricos como la fortaleza Fortica, el teatro o la catedral de la época medieval. Aun más antigua es la ciudad de Stari Grad, fundada por los griegos en el 384 a.C. y que conserva un gran encanto histórico.
Por último, más allá de bosques, playas y miradores, al ir en un velero podremos acercarnos a la Gruta Azul, una de las cuevas marinas más impresionantes del mundo.
Las islas verdes de Mljet
Cerca de Dubrovnik se encuentra el Parque Nacional Mljet, formado por varias islas increíbles. Popularmente son conocidas como las islas verdes porque están recubiertas de bosques y ofrecen una perspectiva muy diferente a lo que estamos habituados en las islas del Mediterráneo.
Destacan también por sus lagos de agua salada, así como por una gran diversidad de flora y fauna. Aquí también tienes que ver la cueva de Ulises, donde se supone que estuvo varios años el héroe griego.
Si lo que queremos disfrutar es de algo de cultura no podemos olvidarnos de la isla de Santa María. Con una abadía, una iglesia y un monasterio benedictino del siglo XII, fue habitado por religiosos hasta el siglo XV, recuperado en época renacentista.
Kórcula, la cuna de Marco Polo
Kórcula es la otra isla más turística de la Costa Dálmata. La capital del mismo nombre cuenta con un rico patrimonio histórico en el que destaca la catedral de San Marcos, la torre de Revelin y el Museo de Marco Polo, ya que se trata del lugar donde nació el famoso explorador y descubridor de la Ruta de la Seda.
Famosa por sus vinos y aceitunas, es otra isla que formó parte de la Grecia antigua y Roma, convirtiéndose en un gran emporio comercial hasta la época veneciana. Por ello, cuenta con una gastronomía muy rica con fuertes influencias tanto griegas como italianas.
Como el resto de islas de la zona, Kórcula también destaca por sus bosques, playas y paisajes. Igualmente, se le considerada una de las más ambientadas para salir de fiesta, al más puro estilo de sus vecinos griegos del sur.
La isla de Brac, el cuerno de oro
Para acabar con este recorrido por la Costa Dálmata en 7 días nos acercamos a la isla de Brac. El pequeño pueblo de pescadores de Bol es el que da la bienvenida en esta isla junto al que se encuentra una de las playas más bonitas del mundo.
Se trata de la playa de Zlatni Rat, también conocida como el cuerno de oro. Aguas turquesas ideales para nada, arena blanca y la sensación de que el tiempo se ha detenido por completo. Brac también es conocida por su vino, contando con la cooperativa vinícola más antigua de Croacia, al haber sido creada en el año 1903.
Además, en la isla hay otras playas y lugares con mucho encanto que descubrir y con las que disfrutar antes de volver de vuelta a Split y terminar el viaje en velero privado.
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