Las opciones qué ver en Groenlandia en 15 días son prácticamente infinitas e ideales para el viajero slow. En la segunda isla más grande del mundo tras Australia y en viajes que se hacen completamente a medida por la escasa infraestructura turística, las posibilidades son prácticamente infinitas.
Con solo varios miles de visitantes cada año en el territorio con menor densidad de población del mundo, se trata de un viaje que te hará sentir la inmensidad polar como ningún otro.
Entre inuits y restos vikingos, glaciares, fiordos, caribús y auroras boreales, no te faltarán cosas que ver en Groenlandia en 15 días sino todo lo contrario, te preguntarás por qué no puedes quedarte mucho más tiempo.
Groenlandia es una isla para ver con calma, sin apenas carreteras, en los que los desplazamientos se realizan por mar o aire. Se trata de un lugar que personifica mejor que ningún otro nuestra filosofía del slow travel y, por eso, queríamos empezar este blog hablándote de ella.
Un destino al que hay que viajar con una agencia especializada, muy difícil de hacer por tu cuenta si queremos ver algo más que la capital. Por eso, vamos a contarte qué ver en Groenlandia en 15 días, cómo llegar y moverte, así como información práctica para hacer la maleta y disfrutar de uno de los últimos rincones vírgenes del mundo.
Población de Groenlandia: inuits y vikingos
Aunque parte de Europa al pertenecer a Dinamarca, geográficamente Groenlandia está situada en América. Por ello, los primeros habitantes que tuvo la isla provenían de dicho continente.
Aunque hubo al menos cuatro culturas diferentes viviendo en la Antigüedad, todas terminaron sucumbiendo hasta la llegada de los inuits (o esquimales, aunque esta palabra la consideran despectiva) desde el norte de Canadá.
El otro pueblo en llegar fueron los vikingos desde Noruega, que alcanzaron las costas groenlandesas en el siglo X y se mantuvieron en ellas hasta el XV. Después, abandonarían la isla por el enfriamiento del clima (Groenlandia significa Tierra verde porque en un primer momento no estaba cubierta de hielo).
En el siglo XVIII volverían los daneses buscando los colonos vikingos que se habían quedado, pero estos habían desaparecido. En la actualidad, el 87% de la población es groenlandesa, una etnia mezcla inuit y nórdica que ha desarrollado su propio idioma y cultura con elementos de ambas.
Sumergirte en esta cultura única en el mundo, frente a un medio completamente hostil, es uno de los mayores atractivos del viaje. Conocerlos y descubrir una forma de vida única, en uno de los lugares más aislados y desafiantes del planeta.
¿Qué ver en Groenlandia?
Groenlandia es un país diferente, único y aislado hasta hace muy poco de las costumbres y la forma de vida occidental. Entre sus pequeños pueblos de casas de colores (solo hay una ciudad con más de 10.000 habitantes y 4 con más de 3.000) y sus mares plagados de icebergs veremos una perspectiva nueva, en una isla cuasi continente.
Entre las cosas qué ver en Groenlandia en 15 días hay glaciares, pueblos, fiordos y ruinas. También una noche estrellada más pura que en cualquier otro rincón del planeta. Rutas de trekking, campamentos de lujo en mitad de la nada y, sobre todo, una aventura de las que se guardan para siempre en la rutina.
En LVDS Slow Travel creamos un itinerario por Groenlandia completamente a medida, pero vamos a hablarte de algunos de nuestros lugares favoritos.
Ilulissat, una maravillosa entrada en la Tierra Verde
Ilulissat es la tercera ciudad más grande de Groenlandia y, en muchas ocasiones, la puerta de entrada a la isla, ya que se puede volar directamente desde Reikiavik.
En la zona central de la costa occidental de Groenlandia, 200 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, se sitúa esta pequeña ciudad de 4.500 habitantes, una de las más turísticas de la isla.
La razón principal es su fiordo. El fiordo de Ilulissat es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2004. Con casi 60 kilómetros de largo, el fiordo está lleno de icebergs (el nombre de la ciudad significa literalmente iceberg) que proceden del glaciar de la ciudad.
Este glaciar es además el glaciar más grande de todo el hemisferio norte.
Además, Ilulissat es un buen punto para hacer una excursión de avistamiento de ballenas. A partir de mediados de agosto también es un punto ideal para ver auroras boreales.
Los amantes de la cultura también disfrutarán con la casa museo de Knud Rasmussen. Rasmussen fue un célebre explorador hijo de un misionero danés y una inuit, que se interesó por esta cultura e hizo varias expediciones por todo el territorio inuit para descubrir su origen.
Su expedición más famosa lo llevó a atravesar en trineo de perros toda Groenlandia y Canadá hasta llegar al Pacífico. Su casa es un lugar ideal para conocer más sobre los descubrimientos de Knud, una de las figuras claves en el estudio de la cultura inuit.
El Glaciar Eqi, el más famoso de los fiordos
Al norte de Ilulissat, en el entorno de la bahía Rodebay, se sitúa el Glaciar Eqi, el más popular de la zona. Se trata de un enorme muro de hielo que alcanza los 200 metros de altura y que tiene al menos 4 kilómetros de ancho.
Únicamente visible desde el mar, hay que verlo en un barco y, con suerte, se podrá divisar uno de los fenómenos más interesantes de la zona: cuando los témpanos gigantes de hielo se desprenden y caen sobre el mar.
El espectáculo es único y es bastante habitual en verano, siendo el único lugar de la costa oeste de Groenlandia donde se puede ver con facilidad.
Uummannaq y el fiordo de hielo
La ciudad de Uummannaq, en la isla del mismo nombre, es otra de las más llamativas de Groenlandia. Con solo 1.200 habitantes, mayormente cazadores y pescadores, sus casas de colores sobresalen sobre su suelo nevado.
Aquí, además de ver y vivir en un pueblo tradicional, lo más llamativo es el Ice Fjord o Fiordo de Hielo, por el que se puede pasear por una de las más alucinantes rutas de trekking del mundo.
También el llamado crucero de medianoche, un barco con el que se ven los fiordos desde el mar, es un imprescindible. Las montañas de la ciudad, con forma de corazón, también se ven desde una nueva perspectiva desde el agua.
Por último, en esta preciosa y pequeña localidad, una de las más al norte qué ver en Groenlandia en 15 días se sitúa un asentamiento inuit prácticamente inalterado.
Igaliku, el pueblo más bonito de Groenlandia
Clasificado por Lonely Planet como el pueblo más bonito de Groenlandia, Igaliku solo tiene 60 habitantes pese a ser una población muy importante en la historia de la isla.
En sus inmediaciones se encuentran las ruinas de Garðar, lo que fue el corazón religioso (cristiano) de la Groenlandia vikinga. Con sus casas de colores y sus verdes prados (en verano) frente al mar, se trata de uno de los paisajes más idílicos que se pueden ver en Groenlandia.
Además, opciones como el Campamento Ice Cap para dormir en mitad de la naturaleza, o las ruinas vikingas de Qassiarskuk, son otros de los mayores atractivos de la zona.
Y sí queremos atrevernos hasta el norte más norte dentro de lo qué ver en Groenlandia, nada como Kujataa, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por ser el primer asentamiento agrícola a las puertas del casquete polar, habitado por inuits, vikingos y comunidades paleo-esquimales.
Por último, también los valles llenos de caribús son un imperdible entre las cosas qué ver en Groenlandia en 15 días.
¿Cómo llegar a Groenlandia?
Una de las razones por las que hay tan pocos turistas en Groenlandia es porque no es fácil llegar y, además, los vuelos son bastante caros.
A día de hoy hay dos maneras para llegar al país y es a través del aeropuerto de Reikiavik en Islandia o desde Copenhague en Dinamarca.
De hecho, las rutas que organizamos generalmente incluyen un par de noches en alguna de estas dos ciudades, a la ida y a la vuelta, para poder aprovechar mejor el tiempo y conocer estas apasionantes capitales escandinavas.
Groenlandia está bastante lejos y el vuelo desde Dinamarca es unas seis horas. Está más cerca de Islandia pero también se tarda un mínimo de tres horas en función del aeropuerto al que vayamos.
¿Cómo moverse por Groenlandia?
Una vez en Groenlandia, la movilidad no es más fácil. Solo hay una pequeña carretera de 60 kilómetros que ni siquiera se encuentra en las zonas más interesantes para los viajeros.
El resto de desplazamientos deben realizarse en barco, en avión, avioneta o helicóptero. Por eso también es tan complicado viajar por Groenlandia sin contar con una agencia que te respalde.
No solo sale mucho más caro, sino que es muy difícil encontrar pasajes entre los diferentes lugares. Al ser poblaciones tan pequeñas, no suelen tener movimientos de población entre ellas y no hay un sistema de transporte público que se pueda utilizar.
Mejor época para visitar Groenlandia
La mejor época para visitar Groenlandia es el verano, especialmente los meses de julio y agosto. En estos meses los días son casi eternos, especialmente conforme nos vayamos moviendo hacia el norte, y el clima es mucho más agradable.
Hay que tener en cuenta que en el invierno de Groenlandia las temperaturas pueden bajar hasta los 40 grados bajo cero, con lo que no se puede hacer prácticamente nada al aire libre.
Durante el verano hay una gran oscilación térmica, yendo desde temperaturas calurosas de 26 grados a los 0 grados o 1 o 2 grados bajo cero. Aunque sean temperaturas bajas, son asumibles para los viajeros que venimos del sur de Europa y nos permite conocer el país con tranquilidad.
Además, durante el verano es la única época donde hay flores y hierba en Groenlandia. Durante el resto del año todo es nieve y una gran capa de hielo.
Ver Groenlandia fuera de temporada es posible con nosotros, pero hay que estar preparados para las noches eternas y llevar ropa especial para aguantar temperaturas tan bajas.
¿Qué llevar en la maleta para el viaje?
Visitar Groenlandia es un viaje de aventura y hay que llevar ropa adecuada para el mismo. Generalmente, si haces la visita con una agencia como LVDS Slow Travel no tendrás que preocuparte de los zapatos de nieve con pinchos para atravesar el hielo y otro tipo de elementos especiales.
Sin embargo, si tendrás que traer desde casa ropa de abrigo que además sea fácil de quitar. El clima en Groenlandia cambia muy rápidamente y es probable que en una hora pases de llevar un chaquetón térmico a quedarte con una sola manga porque las temperaturas hayan subido mucho o viceversa.
Igualmente, el sol da muy fuerte aunque no haga mucho calor, por lo que es recomendable contar con protección solar y gafas de esquiador, que protejan la cara de los rayos ultravioletas.
Por último, aunque parezca raro por el frío, en Groenlandia también hay mosquitos, por lo que llevar un buen repelente nos hará el viaje más agradable.