Un viaje al fin del mundo a lo largo de la Tierra de Fuego es uno de los viajes más impresionantes que se pueden hacer.
Primera parada también de unas vacaciones en la Antártida, el viaje al llamado fin del mundo nos ofrece unos paisajes increíbles entre Chile y Argentina. El final de la Patagonia es una sucesión de canales, glaciares, cabos y montañas que no podrás dejar de fotografiar.
Uno de los lugares más inhóspitos del globo, ahora es posible visitarlo con comodidad en un crucero, con ropa adecuada para un clima cambiante y extremo.
La Tierra de Fuego es el fin del mundo porque es la zona habitada más alejada que existe, el lugar más cercano al continente helado. Pese a su nombre, la Tierra de Fuego no es una zona volcánica.
Su nombre fue dado por Carlos V, cambiado el que le puso su descubridor europeo Magallanes, que decidió bautizarla como Tierra de Humos. La razón es que los habitantes de los pueblos originarios que vivían en estas zonas (patagonios, yaganes y kawésqar), realizaban hogueras de forma continúa para calentarse, incluso en el interior de sus embarcaciones.
Tantas hogueras subían hasta el cielo y generaban grandes columnas de humo, que terminaron dándole su denominación oficial actual. La tierra del fin del mundo es, a día de hoy, un nombre más adecuado, ahora que estas hogueras ya no existen.
A continuación te damos nuestra propuesta de viaje al fin del mundo.
Itinerario de un viaje al fin del mundo
Ushuaia: Día 1
Cabo de Hornos – Bahía Wulaia: Día 2
Glaciar Pía – Glaciar Garibaldi: Día 3
Seno Agostini – Glaciar Águila – Glaciar Cóndor: Día 4
Isla Magdalena – Punta Arenas: Día 5
El crucero
Para hacer este viaje, hay que usar un tipo de crucero muy específico. El fin del mundo es una costa muy escarpada, con fiordos y glaciares, hielo y promontorios rocosos en cada esquina.
Por ello, los barcos no son tan grandes como en los grandes cruceros del Mediterráneo o el Caribe. Por el contrario, son pequeños barcos muy resistentes, que permiten una experiencia de lujo y una mayor seguridad al recorrer los abruptos canales de la zona.
En este itinerario del que estamos hablando podemos realizar el viaje tanto en el Ventus Australis como en el Stella Australis. Estos dos barcos están especialmente equipados para ofrecer una experiencia de primera en este recorrido.
Cuentan con camarotes de diferentes categorías, pero todos con baño privado y grandes ventanales con los que observar el paisaje desde la misma habitación. También tienen zonas comunes muy agradables, incluyendo la plataforma de observación o la sala de lectura.
Igualmente ofrecen un desayuno buffet con bollería y pasteles recién hechos y un restaurante de cocina de categoría, para unir a la experiencia en naturaleza un disfrute culinario de primera.
Por último, mencionar que, aunque sea un crucero, se hacen excursiones en los diferentes lugares que se visitan. Para ello, se utilizan las lanchas zodiac con las que podemos acercarnos a los lugares más inaccesibles para un barco grande.
¿Qué ver en el viaje al fin del mundo?
Este recorrido es el que sale de Ushuaia, pero también se puede salir desde Punta Arenas y cambiar algunas paradas, yendo a visitar la Bahía Ainsworth, los islotes Tuckers o el Glaciar Alley. Simplemente, se trata de cambiar el orden y en vez de salir de Argentina, salir de Chile.
Igualmente, en cualquier recorrido se ven los lugares que mencionamos a continuación. Zonas naturales realmente únicas y espectaculares que te darán una nueva perspectiva sobre lo que significa hacer un viaje al fin del mundo.
Aunque veamos dos ciudades, Ushuaia en Argentina y Punta Arenas en Chile, no se trata de un viaje en el que ver monumentos o disfrutar de compras y lugares de ocio. Lo podemos hacer al llegar o al terminar el viaje, pero realmente estamos ante un viaje de aventura y naturaleza, con excursiones aptas para todo el mundo pero que requieren un poco de esfuerzo físico.
A continuación, te explicamos qué ver en este viaje al fin del mundo en Tierra de Fuego.
Ushuaia
Ushuaia es la joya argentina de la Tierra de Fuego. Se trata de la ciudad donde comienza o acaba esta aventura. Estamos ante una ciudad grande, de unos 75000 habitantes, y que cuenta con varios lugares de interés turístico.
En primer lugar, podemos hablar de la propia ciudad, con casas no muy altas de colores llamativos, que recuerdan también a las que podemos ver en Groenlandia. Eso sí, es una ciudad más habitada que los pequeños pueblos groenlandeses y las temperaturas son también más agradables, aunque sea una zona fría.
Quizá lo primero que te suene de esta ciudad es el Faro Les Éclaireurs. Se trata del famoso faro que hemos visto en varias películas sobre la tierra del fin del mundo.
La ciudad de Ushuaia creció alrededor de una prisión. Por ello, también es muy interesante visitar el Museo Marítimo de Ushuaia. Aquí no solo te explican la historia de la cárcel (está dentro de la misma) y de la ciudad, sino que también te hablan de las expediciones a la Antártida y de la fauna del Parque Nacional Tierra de Fuego.
Si te interesa la historia de los pueblos originarios, en el Museo del Fin del Mundo, podrás aprender sobre los yaganes, el pueblo que vivía en estas tierras desde hace 10.000 años.
Por último, mencionar que Ushuaia es también un centro gastronómico de primera. No te vayas sin probar el cordero patagónico y el centollo, verdaderas delicias.
Punta Arenas
Seguimos con la otra ciudad de la ruta. Punta Arenas, en Chile, es el final de la aventura.
En este caso, si estamos ante una ciudad algo más monumental que Ushuaia. Especialmente bonito es el entorno de la Plaza de Armas, donde hay diferentes palacetes como el Museo Regional de Magallanes o el Palacio Sara Braun que podemos visitar.
También hay que señalar el Museo de la Nao Victoria, donde se ubica una réplica a tamaño real del barco de Magallanes. Podrás entrar y visitar el barco que dio la primera vuelta al mundo de la historia.
Además, hay réplicas de otros barcos míticos en la historia de la zona como la Goleta Ancud o el famoso HMS Beagle.
Para acabar con los museos hay que mencionar el Museo Salesiano Maggiorino Borgatello. Se trata de un museo antropológico que habla de los pueblos originarios onas, tehuelches, yamanas y alcalufes, que vivían en esta zona.
Las mejores vistas de la ciudad las encontramos en el Mirador del Cerro de la Cruz y tampoco nos podemos olvidar de su costanera, un paseo marítimo ideal para pasear.
Cabo de Hornos
Una de las ventajas de hacer el viaje con los barcos de Australis, es que nos permite parar en el Parque Nacional de Cabo de Hornos. Se trata de los dos únicos cruceros que hacen una parada en este lugar.
Reserva de la Biosfera por la UNESCO, el Cabo de Hornos es el lugar donde se unen el Océano Pacífico y el Atlántico. Esto lo convierte en un lugar salvaje, aislado y deshabitado. Con grandes corrientes alrededor, destaca por sus vistas y por la sensación de estar, efectivamente, en un viaje al fin del mundo.
Para poder parar en esta zona es necesario que el clima lo permita, ya que lo contrario puede ser peligro. Si es posible, será una experiencia de las que no se olvidan.
En sus islas encontramos bosques de canelos, hayas y robles autóctonos. Además, es posible ver pingüinos en algunas épocas del año. Sin embargo, si hay un rey del Cabo de Hornos, ese es el Albatros.
Este Parque Nacional pertenece a Chile.
Bahía Wulaia
La Bahía Wulaia es otra parada imprescindible de esta ruta. Fue uno de los lugares donde Charles Darwin viajó en el Beagle. También donde vivió una gran colonia de indígenas ýámana.
El crucero ha transformado un antiguo edificio de radio en un museo muy interesante. En el mismo veremos la historia de los yámana y también de sus colonos. Igualmente, podremos aprender sobre las características de la zona.
Más allá de los museos, esta bahía es increíble. La vegetación es similar a la de Cabo de Hornos, con una geología y unos senderos perfectos para excursiones. Este lugar además es más accesible para los viajeros, sin los problemas con el mal tiempo que podemos tener en el anterior.
Glaciar Pía
Dentro del Parque Nacional de Alberto Agostini encontramos el Glaciar Pía. Se trata de uno de los glaciares más interesantes de esta zona.
Estamos ante un bloque de hielo sólido de 20 kilómetros de largo. Para poder ver bien este magnífico lugar nada como hacer un sendero hasta llegar al mirador. El camino no es fácil, pero la recompensa hace que merezca la pena el esfuerzo.
Se trata de una de las panorámicas más impresionantes de este viaje al fin del mundo.
Glaciar Garibaldi
Otro de los glaciares más interesantes es el Glaciar Garibaldi. En este caso estamos ante un glaciar muy diferente al resto que veremos durante el viaje.
Se trata de uno de los pocos glaciares que no han perdido caudal por el cambio climático. Al contrario, sigue creciendo, siendo cada vez más y más espectacular.
Este glaciar se puede observar perfectamente desde el barco. Aunque si bajamos, la perspectiva será aún mejor. Se puede realizar un sendero a través de un bosque de helechos que termina en una cascada glaciar.
Desde esta cascada la perspectiva del glaciar es única y se quedará marcada en la retina para siempre.
Seno Agostini
Además de estos dos glaciares, el Parque Nacional de Alberto Agostini tiene otros lugares que ver.
El Seno Agostini y el Canal Cockburn es muy impresionante. La razón es que verás la Cordillera de Darwin salpicada de picos y glaciares. Un paisaje sorprendente
En cuanto a los animales, es una zona donde es habitual ver coipos, nutrias y leones marinos en sus playas. También el cóndor puede sobrevolar la zona.
Glaciar Águila
El Glaciar Águila es otro de los lugares más interesantes para visitar. En este caso, lo más interesante de este lugar es la propia caminata. Al final de ella llegaremos a una laguna muy especial, ya que está alimentada por agua termal.
Por supuesto, estamos ante otro lugar de un paisaje ideal para hacer fotos. En todo este recorrido la cámara es imprescindible porque las vistas te van a dejar sin habla.
Glaciar Cóndor
Para acabar con los glaciares hay que mencionar también el Glaciar Cóndor. Se trata de un glaciar en el que lo que destaca es, más que el glaciar, las grandes posibilidades de ver gigantes cóndores andinos.
Los paisajes son igualmente increíbles, pero si eres un amante de la ornitología, disfrutarás esta parada más que los demás.
Isla Magdalena
Por último, hay que mencionar la Isla Magdalena. Esta isla es famosa porque aquí vive una colonia de pingüinos de Magallanes. Estos animales adorables te conquistarán desde que pongas el primer pie en esta isla.
Además, hay otras aves como aves zancudas, págalos, skúas chilenas, águilas o gaviotas de delfín. Se trata de una isla ideal para aprender más sobre estos animales y quedarte embobado o embobada viendo como se relacionan entre sí.
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